Si está planeando unas vacaciones exclusivas, nada mejor que formalizar su reserva en un alojamiento excepcional. No importa si las instalaciones son nuevas o creadas por un arquitecto renombrado. El mejor hotel para usted podría estar en un edificio emblemático o palacio restaurado. La cantidad de habitaciones, piscinas o restaurantes tampoco es relevante, al menos no tanto como la calidad. Lo que verdaderamente importa es que la marca hotelera, además de cumplir con los criterios que se esperan de un hotel de varias estrellas, sepa destacar hasta en el más mínimo detalle. Descubra aquí qué esperan los huéspedes de un hotel de lujo en España, Italia, Portugal o cualquier otro lugar del mundo. Los alojamientos cinco estrellas ofrecen más que vistas de postal, atención con mimo o restaurantes Michelin.
Ya sea un palacio; un edificio histórico con vistas al mar en Mallorca, Ibiza o Fuerteventura; o recintos hoteleros con calificación «solo para adultos»... La estructura de los hoteles de lujo o cinco estrellas se esfuerza por garantizar intimidad y unas zonas comunes para disfrutar y relajarse.
Un hotel cinco estrellas suele tener una cantidad precisa de habitaciones y suites, establecida según la localidad. En cuanto a las medidas, alcanzan o superan los 10 metros cuadrados (17 en el caso de las habitaciones dobles). Los cuartos de baño, por su parte, rondan los 5 metros cuadrados y pueden venir con comodidades propias de un spa.
En lo que respecta al mobiliario, hay variedad. Aunque todo depende del estilo, diseño y decoración, no pueden faltar los sillones, una TV vía satélite, un teléfono para hacer llamadas externas, una caja fuerte y equipamiento destinado a asegurar todas las comodidades de los viajeros. Elementos como el set de cortesía, secador de pelo y toallas limpias son imperativos. Además, cada habitación debe estar insonorizada a fin de garantizar el descanso del huésped y ofrecer un mayor grado de intimidad y privacidad.
Las zonas comunes de un hotel de lujo o cinco estrellas abarcan uno o más restaurantes con lo mejor en gastronomía local e internacional, un bar excepcional, un salón destinado para el ocio o la lectura, una zona de desayuno y un área reservada para reuniones de negocios y encuentros de empresa. Cada uno de estos espacios siempre dispone de instalaciones sanitarias, de un habitáculo para el equipaje y de un guardarropa.
En lo que respecta al equipamiento, todos los hoteles cinco estrellas con al menos dos plantas tienen un ascensor para huéspedes, además del montacargas. Es indispensable que todas las habitaciones y suites del hotel de lujo cuenten con un sistema eficaz de calefacción para el invierno y de aire acondicionado para los meses más cálidos.
La climatización es esencial para asegurar una estancia confortable, y también el bienestar absoluto de los huéspedes que visiten el hotel en cualquier época del año.
¿Ha decidido reservar una suite en un hotel de lujo? Entonces, ¡prepárese para ser maravillado! Al llegar a la recepción, disponible las 24 horas, el personal del alojamiento le dará una cálida bienvenida. No se preocupe si viene desde lejos, ya que los trabajadores suelen hablar al menos tres idiomas. Simplemente, siéntese a disfrutar de su cóctel gratis mientras el personal del hotel se encarga de su equipaje.
Tendrá una estancia excepcional, incluso si decide no salir de su suite. Las suites de un hotel cinco estrellas, además de ser elegantes y con un diseño bonito y espacioso, cuentan con servicio a la habitación de bar y restaurante. Puede abrir una botella de vino del minibar, ordenar una copa de champán para relajarse a la hora del baño o desayunar algo rico en la cama.
Otra cosa por destacar es que su palacio privado siempre estará limpio y ordenado. La limpieza se realiza una vez al día, a menos que solicite lo contrario. Y si necesita prendas limpias, basta con alzar el teléfono para pedir el servicio de lavado, planchado y entrega de ropa el mismo día.
Dentro de otras comodidades típicas de los hoteles cinco estrellas o de lujo, encontrará aparcamiento gratuito, wifi de alta velocidad en todas las habitaciones y zonas comunes, dispositivos electrónicos incluidos o de alquiler, centros de bienestar y fitness (spa, gimnasio, sauna, piscina), terrazas, jardines, niñera, experiencias exclusivas (como tours de lujo o clases de cocina), zonas recreativas y servicios personalizados (por ejemplo, mayordomo).
Dependiendo de la ubicación de los hoteles de lujo y cinco estrellas, también podría disfrutar de vistas a la playa (o de una playa privada) o de espacios destacados: campos de golf, canchas de tenis con equipamiento incluido, cine al aire libre y parques para los niños (con la excepción de los hoteles solo para adultos).
Solo los hoteles que cumplen todos los requisitos y normas mencionados anteriormente son merecedores de esta prestigiosa calificación. Este reconocimiento avala la calidad de los servicios de los hoteles de lujo, repercutiendo positivamente en su imagen.
Ahora bien, no existe un sistema unificado de calificación hotelera en el mundo; ni siquiera a nivel nacional. En España, por ejemplo, cada comunidad autónoma otorga la categoría y establece sus propios requisitos. Para aspirar a un número concreto de estrellas, un hotel debe ajustarse a esos criterios.
Por norma general, se suele delegar en expertos cualificados la inspección de la estructura y la evaluación de las características del hotel. Solo así se puede clasificar el alojamiento adecuadamente y de forma coherente con los parámetros de la región.
Si los requisitos definidos por la autoridad en cuestión no se mantienen a lo largo del tiempo, los hoteles podrían descender de categoría. Lo mismo ocurre a la inversa: los hoteles que mejoran sus servicios e infraestructura, pueden sumar alguna estrella y mejorar su categoría.
Existen organizaciones internacionales que funcionan a nivel regional, como, por ejemplo, Hotrec-Hospitality Europe. Esta alianza sectorial, con más de 40 asociaciones profesionales de la Unión Europea, ha establecido criterios comunes —recogidos en el documento HotelStars Union— para todos los miembros. No obstante, países como Italia, Reino Unido y Francia se zafan de este sistema unificado de clasificación de hoteles de lujo, rigiéndose por la normativa hotelera nacional.
La categorización de un hotel mediante el número de estrellas no es más que un sistema objetivo y confiable que orienta acerca de la calidad y los servicios que ofrece cada establecimiento exclusivo.
Lo importante aquí es que los hoteles no pueden autoevaluarse, así que reserve su habitación con confianza. Los elevados estándares de un hotel de lujo garantizan a los viajeros momentos de bienestar y relajación, además de una estancia excepcional durante sus vacaciones.